Sr. Presidente, Sras. Senadoras, Sres. Senadores:
Al fundamentar el presente proyecto, debo necesariamente hacer mención a la historia de la minería en Catamarca, tratando de ser lo más breve posible.
La mayor parte de la historia minera de Catamarca se localiza "dentro del triángulo geográfico cuyos vértices se ubican entre las localidades de Andalgalá, Santa María y Belén.
En el oeste catamarqueño, se inició hacia la segunda mitad del siglo XIX un período de cambio socio-económico, basado en la actividad minera, la llegada del ferrocarril y la intensificación de la actividad forestal, que re-configuró el territorio superponiéndose a los circuitos ganaderos y agrícolas que lideraban la producción hasta el momento.
El área más trabajada y desarrollada hasta principios del siglo XX, fue la conocida como Capillitas. También eran importantes históricamente las explotaciones en El Atajo y otras minas del faldeo occidental de las Sierras de Aconquija.
Recién a partir de 1851, comienza una explotación de recursos naturales bajo criterios capitalistas modernos en la región -de forma mucho más intensa que hasta entonces-. La cual va a estar motorizada en un primer momento por la minería, a la que se suma unas décadas más tarde la influencia del ferrocarril en función de la misma actividad y como herramienta de fomento y desarrollo económico. Esto sucede tanto en Famatina como en Capillitas [para Catamarca la etapa más importante en extracción de cobre fue 1855-1890].
Desde 1851 se multiplican los proyectos y labores en Catamarca y se forman nuevas empresas principalmente a partir de capitales nacionales como La Rosario y La Restauradora que es comprada en 1856 por S. Fisher Lafone, un empresario de origen inglés afincado en Andalgalá en 1852 (padre de Samuel Alejandro Lafone Quevedo, antropólogo y administrador de la empresa desde 1858).
En 1855 se instala un importante ingenio (denominado Victoria) al norte de la localidad de Santa María que aprovechaba los bosques de la región para fundir minerales de Capillitas. Funciona hasta 1862, cuando Lafone decide continuar explotando los minerales en el establecimiento de El Pilciao, al sur de Andalgalá, por contar con mayor disponibilidad de bosques y comunicación con los puertos por donde se exportaba el mineral. Esta exportación era realizada mediante grandes tropas de mulas, que alcanzaban en algunos casos hasta 3.000 animales, con el pasar de los años los arrieros prefirieron dedicarse a actividades menos sufridas trasladando productos agrarios, como la caña en Tucumán, lo que generó problemas en la minería por falta de mano de obra y encarecimiento de los fletes.
Esta nueva etapa de la minería de la región, que había comenzado hacia mediados del siglo XIX con gran fuerza, pasó por sucesivas crisis. Desde fines de la década de 1880, se acentuaron y al no poder resolver sus problemas, las mayores empresas de Catamarca -Lafone-Augier y la sucesión de A.
Carranza- vendieron, en 1902, las propiedades mineras y los ingenios (El Pilciao y La Constancia) a capitales ingleses (Capillitas Cooper Company).
Esta empresa extranjera realizó un cable carril de veintisiete kilómetros y medio, que nunca llego a funcionar por problemas técnicos. Además generó una nueva fundición en Muschaca, que no prosperó.
Los problemas continuaron y en 1909 la empresa vendió sus derechos a Capillitas Consolidated Mines. Si bien los trabajos continuaron, los problemas persistieron hasta 1914 cuando comienza la Primera Guerra Mundial y se detienen los trabajos por varios años.
Como se puede apreciar, los vestigios de esta monumental obra de ingeniería del Cable Carril que se comenzó a construir en 1903, forman parte de la más rica historia de una Provincia minera como Catamarca y de la zona del Oeste provincial que fue testigo de esas transformaciones.
La obra en sí consistía en cinco estaciones fraccionadoras, que transcurrían entre Minas Capillitas, ubicada a 3.000 metros sobre el nivel del mar, pasaba por la quebrada de Capillitas al Sur, hasta llegar a la estación localizada en el Portezuelo Blanco a 2600 MSNM, continuaba al sur a los nacientes de la quebrada del río Muschaca, pasando por la estación Los Bizcos a 1500 MSNM, para terminar su recorrido en la terminal de Muschaca, a 1100 MSN, al oeste del Distrito de Choya, cubriendo un recorrido de 27,5 kilómetros.
La Municipalidad de Andalgalá, en el año 2008 y con fondos provenientes de regalías mineras puso en valor el parque histórico minero de Muschaca, permitiendo que puedan visitarse los hornos de fundición y los edificios de piedra que aún se conservaban, como así también recupero una vieja vivienda que era utilizada por la empresa propietaria del lugar, donde funciona un museo.
Asimismo el Concejo Deliberante de la Ciudad de Andalgalá, mediante Ordenanza 060/00, declaró Patrimonio Cultural y Turístico Departamental a la totalidad de las instalaciones del mencionado Cable Carril.
Finalmente mediante Resolución 020 de fecha 20 de Agosto del corriente, el Cuerpo Legislativo de Andalgalá, solicita a las Cámaras de Diputados y
Senadores de la Provincia que procedan a través del área competente a Declarar Patrimonio Cultural, Histórico, Paisajístico y Turístico de la Provincia de Catamarca, al tramo de Cable o Alambre Carril, que se extiende desde el Distrito Minas Capillitas hasta el paraje denominado Ingenio de Muschaca, y su entorno hasta el Parque Histórico Minero de Muschaca.
En los considerandos de esta Resolución se hace mención a lo establecido en el artículo 265 de nuestra Constitución, que otorga al Estado Provincial la responsabilidad de asegurar la conservación, enriquecimiento y difusión del patrimonio cultural, lingüístico, literario, arqueológico, arquitectónico, documental, artístico, folklórico, paisajístico en su marco ecológico. Previéndose en el mismo articulado la creación del catastro de bienes culturales.
En igual sentido se menciona también la Carta Orgánica Municipal que establece en su artículo 82, que el Municipio velará por la preservación del Patrimonio cultural.
Este tipo de declaraciones se encuentran reguladas por la Ley 4831, única y escasa a mi entender, legislación en la materia que adelanto deberíamos mejorar, la cual establece en su artículo 1º: Declárase de interés provincial las ruinas, monumentos y lugares históricos y todo objeto u obra cultural que constituyan el patrimonio histórico cultural de la Provincia de Catamarca, agregando en el artículo 2º que El Poder Ejecutivo, a través del organismo administrativo competente, previo asesoramiento de las instituciones culturales reconocidas del medio, elaborará un registro y catalogación de los bienes históricos culturales declarándolos patrimonio de la Provincia de Catamarca.
Esta escueta normativa nos indica que para lograr la declaración, en este caso del Cable Carril Capillitas – Muschaca, como patrimonio histórico cultural de la Provincia, se debe solicitar al Poder Ejecutivo su declaración y la incorporación del mismo en el registro y catalogo que lleva a tales efectos.
De este modo se requiere por el presente proyecto que la Provincia declare como patrimonio histórico – cultural este tramo del cable carril y que el mismo sea incorporado en el registro y catalogo respectivo.
Por todo lo expuesto es que solicito a los Sres. Legisladores acompañen con su voto positivo este proyecto de resolución.
LA CAMARA DE SENADORES DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA SANCIONA CON FUERZA DE RESOLUCIÓN
ARTICULO 1º: Solicitase al Poder Ejecutivo, a través del organismo administrativo competente, DECLARE como patrimonio histórico cultural de la Provincia de Catamarca, al tramo de Cable o Alambre Carril, que se extiende desde el Distrito Minas Capillitas hasta el Paraje denominado Ingenio de Muschaca, y su entorno hasta el Parque Histórico Minero Muschaca, en el Departamento Andalgalá.
ARTICULO 2º: De forma
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